El miedo a la IA protagoniza la reunión de Adoma y los alumnos de doblaje

El miedo a la IA protagoniza la reunión de Adoma y los alumnos de doblaje

El temor a la inteligencia artificial (IA) y su uso en el segmento profesional de la voz centraron la reunión que el pasado miércoles, 25 de octubre, mantuvo la junta directiva de Adoma, el sindicato madrileño del doblaje, con los alumnos de algunas de las principales escuelas de Madrid, entre ellas, la Escuela de Doblaje de Madrid (EDM), editora de este blog.

Un centenar de alumnos llenaron la sala cedida por la entidad de gestión Aisge para un primer encuentro entre la nueva junta directiva de Adoma y los estudiantes de doblaje de la capital.

La junta, encabezada por su presidente Raúl Lara, su vicepresidenta Vera Bosch, y el resto de miembros de la dirección —Jara Luna, Jon Samaniego, Mario García, Crismar López e Íñigo del Hoyo — repasó, en primer lugar, la trayectoria del sindicato madrileño del doblaje, nacido en 2007, con especial atención a los conflictos colectivos, y a los tres convenios firmados hasta la fecha en la región, con vigencia el último de ellos hasta 2026.

El principal punto de atención fueron los salarios, y el doble concepto por el que los actores que acuden a doblar películas y series perciben remuneración a cambio de su labor; por un lado, la convocatoria general o CG — tantas como productos o capítulos se graben, incluso en el mismo día —; y por otra, el ‘take’ o unidad de trabajo, con precios que fija el citado convenio colectivo, y que se irán actualizando año a año.

Una segunda fuente de ingresos de los actores y directores proviene de sus derechos de la propiedad intelectual, explicaron los miembros de Adoma. Por un lado, los derechos de fijación, reproducción y distribución, que —aunque reconocidos por la ley— solo paga actualmente una distribuidora, Disney, por una cuantía equivalente al 15% de la retribución y con periodicidad cuatrimestral. Por otro, los derechos por comunicación pública y copia privada, recaudados por la entidad de gestión de los actores del audiovisual Aisge, y anualmente abonados por dicha entidad de gestión.

Temor a la IA

El uso de las redes sociales, y la recomendación de prudencia en este sentido, y los requisitos para afiliarse a Adoma también fueron abordados durante la reunión. Pero, sin duda, el mayor interés lo generó la inteligencia artificial (IA) y su uso en el sector profesional de la voz.

En este sentido, los responsables de Adoma trataron en primer lugar de tranquilizar a los alumnos; si bien pidieron cautela a la hora de acudir a convocatorias “extrañas”, que, aunque infrecuentes, pueden utilizarse para clonar voces o entrenar a sistema de inteligencia artificial, que necesitan ‘aprender’ cómo suenan determinadas emociones, a fin de generar posteriormente voces, sin el concurso humano.

“Se utilizan para entrenar sistemas de inteligencia artificial”, informaron. “Y son pan para hoy y hambre para mañana”, concluyeron. Y es que, aunque puede llegar a pagarse “miles de euros” por estas intervenciones, el destino final consiste en la clonación de la voz, y su utilización posterior en centenares de aplicaciones, sin que el actor perciba ninguna remuneración por las mismas.

“Hay que tener mucho cuidado con lo que se firma”, afirmaron, con especial atención a convocatorias donde se pide a los actores repetir la misma frase, representando diferentes emociones, y donde se les hace firmar que su participación irá destinada a realizar “simulación de personajes”, advirtieron.

El sindicato está negociando la inclusión de una cláusula en las cesiones de derechos, para proteger a los actores frente al uso de sus interpretaciones en aplicaciones de inteligencia artificial.

En esta estrategia, Adoma se ha agrupado en la plataforma Pasave, junto a otros sindicatos y asociaciones nacionales, así como en UVA (United Voice Artist), con sindicatos de actores de voz de todo el mundo.

Cómo funciona 

Dos son los principales sistemas de generación de voz por inteligencia artificial que están ya plenamente operativos. Por un lado, el text to speech, o texto para el habla, con el cual, a partir de algunas grabaciones, se clona la voz de una persona y se utiliza para pronunciar textos que esa persona nunca leyó. Y, por otro, el speech to speech, o del habla para el habla, un motor capaz de fusionar el timbre de una persona y la interpretación de un segundo actor. “El timbre es de un actor y la interpretación de otro”, reiteraron.

Finalmente, los responsables de Adoma informaron a los alumnos de las escuelas madrileñas que la mayoría de los estudios de la región han vuelto a permitir la asistencia como oyente a los principiantes que deseen ‘hacer sala’, después del cierre obligado por la Covid. “Es posible que no te dejen entrar al doblaje de un ‘taquillazo’, por motivos de confidencialidad, pero al de muchas series, sí”, aclararon.

Por último, las condiciones para afiliarse a Adoma son contar con dos nóminas por trabajos de doblaje, así como el pago de una cuota mensual de 20 euros (más una inicial de 20 euros adicionales), informaron.


Imagen: 123RF Free Images

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