El Tratado de Beijing globaliza los derechos de los actores de doblaje

Tratado Beijing doblaje

A partir de abril los actores de doblaje contarán con una nueva herramienta para exigir el pago de compensaciones fuera de España por sus derechos de propiedad intelectual. El Tratado de Beijing, ratificado por una treintena de países – China, entre ellos – reconoce a los actores derechos patrimoniales y morales sobre su obra fijada en un soporte audiovisual. Un reconocimiento, antes reservado a autores y músicos, que debería mejorar la cooperación entre países para el pago internacional de la remuneración por estos derechos.

La entrada en vigor del Tratado de Beijing en abril mejorará la protección de los derechos de propiedad intelectual de los actores de doblaje. En España los actores ya gozan de esta protección. Pero la ratificación del Tratado impulsado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) mejorará el intercambio de información con otros países. Y alentará el pago de compensaciones fuera de España en un momento marcado por el auge de la globalización del audiovisual, según la Federación Internacional de Artistas (FIA).

El Tratado de Beijing es el “primer tratado internacional que reconoce a los actores de los cinco continentes el valor intelectual de sus creaciones, circunstancia que ahora solo estaba reservada a los autores y los músicos”, afirman desde Aisge.

Según el actor Javier Bardem, su aprobación “mejorará significativamente la calidad de vida de todos los actores de todo el mundo y los reconocerá como creadores”. “Es la noticia más importante para los actores y actrices de todo el mundo desde la invención del cinematógrafo”, manifestó en la web de Aisge.

Compensación actual en España

En España, los actores de doblaje reciben en la actualidad una doble compensación por sus derechos, derivados de actos de comunicación pública y por copias privadas. En ambos casos, la gestión de estos derechos de propiedad intelectual corresponde a Aisge, la entidad de gestión que recauda y reparte esas cantidades también en el caso de bailarines, actores de imagen y directores de escena, siempre que sus obras estén fijadas en un soporte audiovisual.

En síntesis, el Tratado de Beijing supone extender este derecho fuera de las fronteras de cada país. Y facilitar el cobro de los derechos, mejorando la cooperación internacional entre la treintena de países que de momento han ratificado el Tratado, afirman desde la FIA.

Derechos reconocidos en Beijing

El Tratado de Beijing reconoce a los actores en su obra fijada en soporte audiovisual derechos patrimoniales y derechos morales. En el primer caso quedan protegidos los derechos de reproducción, distribución, alquiler y puesta a disposición. En general estos estos derechos otorgan a los intérpretes el poder de controlar la reproducción, distribución, alquiler y difusión por internet de sus obras. Pero en la práctica lo habitual es que estos derechos se cedan por parte de los intérpretes a cambio de una compensación.

La ratificación del Tratado de Beijing, que entrará en vigor en abril, permite precisamente extender esta protección a más países, en un momento especialmente importante marcado por la globalización de la explotación del audiovisual.

Además, el Tratado de Beijing, que reconoce también algunos derechos para ejecuciones en vivo, confiere a los artistas unos derechos morales, como el de oponerse a toda distorsión, mutilación u otra modificación de la obra fijada en un soporte audiovisual que perjudique su honor o reputación.

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